Hardy Vallejos se gana la vida vendiendo toda clase de objetos baratos en medio del caos amarillo de los buses en Santiago de Chile, en 2005. Cuando el gobierno anuncia la intención de prohibir esta actividad para transformar la imagen de la ciudad, Hardy y sus colegas organizan el mayor sindicato activo de Santiago. Más de dos mil trabajadores se unirán para conservar su lugar en el nuevo sistema de transportes, y pronto verán que la única manera de conseguir que les escuchen es incorporando a su oficio las armas de la modernidad: tienen que llevar uniforme, crear una imagen corporativa, y aprender a vender sus demandas gremiales de manera emotiva y convincente. Una historia única de concienciación profesional colectiva y, a la vez, un retrato lleno de humor de la ciudad chilena y sus habitantes.