Julia Gudari investiga el secuestro de quien resulta ser un químico chileno buscado como testigo por la justicia
internacional. Todo indica que los militares uruguayos protegen a Berríos. Julia teme que su padre, el general
Gudari, esté involucrado, pero las evidencias son escasas. En medio de la presión y las amenazas, Julia entiende
que si quiere acceder a la verdad, tendrá que revisar su pasado para sanar sus heridas y superar sus miedos.